- Mejorar los síntomas clínicos para recuperar la función normal.
- Aliviar el dolor.
- Reducir la inflamación.
- Minimizar la atrofia de músculos, cartílagos, tendones y ligamentos.
- Mejorar el arco de movilidad articular.
- Aumento de la fuerza muscular.
- Mayor velocidad de recuperación.
- Reducción del tejido fibroso y de las adherencias.
- Mejorar la buena forma cardiovascular.
- Mejorar y prolongar la calidad de vida de nuestra mascota.
- Pacientes con lesiones traumatológicas, ortopédicas o neurológicas
- Pacientes pre y post quirúrgicos
- Pacientes geriátricos
- Pacientes obesos
- Pacientes con dolor agudo o crónico
- Pacientes de deporte o trabajo
Podemos empezar a tratar el dolor y la inflamación inmediatamente después del daño o de la cirugía.
La fase de fortalecimiento y los ejercicios activos generalmente comienzan dos semanas después de la cirugía, cuando se han retirado los puntos quirúrgicos o ha pasado el periodo de inmovilización.
Retrasar el inicio de la terapia generalmente no es beneficioso debido a que en este tiempo podemos tener problemas secundarios compensatorios.
La duración del tratamiento dependerá del tipo de enfermedad o lesión, si es aguda o crónica y de la colaboración del paciente.
"ES IMPRESCINDIBLE LA COLABORACIÓN, LA IMPLICACIÓN Y LA CONSTANCIA DEL
PROPIETARIO PARA OBTENER UNOS BUENOS RESULTADOS"